viernes, 10 de febrero de 2017

La odisea de segunda mano

Pues la cosa es la siguiente, tenía por casa la verdad bastantes cosas que ni me hacen falta y no me viene mal un poco de pasta extra por algo que tengo cogiendo polvo. 
Desde de mis experiencias en España y que por suerte aquí no existen las tiendas de compra venta de segunda mano donde casi te hacen un favor por darte un par de euros por tu mierda... Pues le dije a la señora, vamos a probar alguna página de las cuentas que hay por aquí. 
Ella ya conocía una y tenía buenas experiencias, yo vendí con su cuenta mi antiguo teléfono móvil. El problema que le veo a la página de marras que es un eBay a la suiza y te tienen que andar validando la cuenta y la gran mayoría de la gente que compra suele querer que se lo envíes por correo y es un coñazo. 
Así que tiré por otra que es más al rollo Segunda Mano de toda la vida, gratis y sin mucho rollo. Total, que digo redacto los anuncios mascaditos y con la opción únicamente de quedar conmigo para recoger el producto en Winterthur. 
Total que las tres primeras cosas muy bien, la gente con la que quedé vinieron hasta la puerta de mi casa y sin regateos y cosas chungas. Pasta en mano y adiós muy buenas. Iluso de mí porque el domingo pasado ya empezaron a lloverme los personajes:

-El primero.


Una mujer que por lo visto debía estar lidiando con un berrinche de su hijo y quería la tablet que vendría a toda costa, recapitulando... domingo, estoy en pijama uno entendía una mierda del alemán con acento báltico que hablaba la buena señora, total que le suelto que si de verdad de la buena, mañana en la estación por la tarde y al oír eso fue una ristra de sonidos inconexos mezclados con ruido de fondo, con lo que me colgó. 

-El segundo.


Un africano interesado en los teléfonos que vendía, el tío ni papa de alemán y menos de inglés. El chorbo ya quería que se los llevará a Zürich y yo claro hijo... No tengo otra puñetera cosa que hacer. El tío al ver que no cedo me dice:

Your address, maybe I see... 
Resumiendo, no le vi el pelo. 

-El tercero.


El amigo del anterior o por lo menos eso parecía. Tuve una graciosa charla por WhatsApp con este individuo, hablaba aún menos y encima me intentó regatear, cosa que no consiguió, aparte de querer que se lo llevara hasta Uster.

Después de partirme un rato leyendo al menda este, me viene con que si tengo una tablet con 3G... mareador profesional el chorbo.

-El cuarto.


Este fue el más simpático, un tío que desde el primer momento me dice que viene, llegada la hora no aparece y le escribo de vuelta y me suelta que tiene muchos clientes y no se puede escapar. Ok.. volvemos al siguiente día y esta vez le doy más tiempo y ni aparece.



Por lo menos después de hoy no, mañana me vienen mejor... Conseguí vender casi todo lo que me propuse.



Moraleja:

Armate de paciencia, sea donde sea.


Un saludo y hasta el próximo post.